La robótica: una ciencia creativa
A medida que avanza la tecnología, nos podemos dar cuenta de que esta es una herramienta esencial para la solución de problemas o necesidades de nuestra vida cotidiana. En el Liceo se inició, hace un par de años, un proyecto de robótica que cada vez está dando más frutos. Este proyecto nació con el objetivo de que los estudiantes pudieran acercarse al mundo de la tecnología a través de cosas divertidas y verlo desde otro punto de vista.
De hecho, la robótica es interdisciplinar y puede facilitar el aprendizaje de otras asignaturas como las matemáticas o la física. Por ejemplo, al hacer un robot se puede calcular el tiempo que tarda haciendo un recorrido; también se trabajan con variables, entonces se aplica el álgebra porque se deben usar varias fórmulas. Lo importante de todo esto es poner en práctica todas estas asignaturas para encontrar una solución y también para disfrutar este proceso de aprendizaje que estimula la creatividad de los estudiantes.
Lo cierto es que durante los años que se ha impartido la robótica en el Liceo, se ha expandido de varias formas para incentivar a toda la comunidad educativa a ser partícipe de este proyecto. Inicialmente, hay un espacio para la robótica desde primaria en la cual los estudiantes aprenden a programar de manera sencilla y usan bloques que se mueven con ciertos comandos. Al final, se monta un circuito para que el robot realice ciertas tareas. Lo mejor de este proceso es que a los estudiantes de primaria se les da la libertad de explorar su imaginación y pueden inventar cualquier cosa para su proyecto.
Por otra parte, los estudiantes de bachillerato trabajan sistemas más complejos y aprenden sobre el funcionamiento del motor, tarjetas de desarrollo, entre otros, que apoyan el entendimiento de la teoría de la programación, llevándolo a la práctica y haciéndolo más visual. Además de esto, los estudiantes de décimo y once tienen la posibilidad de tomar la robótica como electiva. En este caso, se enseña la parte más avanzada de la robótica que va muy ligada a la animación, ya que los estudiantes hacen videojuegos, animaciones y programación en 3D. Actualmente cuentan con ocho estudiantes, los cuales también se preparan para concursos de robótica.
Sin embargo, el Liceo no se queda ahí. Paralelamente a las clases y electivas, se creó un club de robótica en el que todas las personas de la comunidad educativa, incluyendo los padres de familia, pueden participar. Todos los sábados se imparten clases de robótica en la que se profundiza un poco más sobre este tema. Muchas niñas se han inscrito al club y son muy felices cuando ven que sus robots se mueven y logran los retos que se les ponen; los padres de familia van motivados a aprender y a acompañar a sus hijos. Hasta se han visto cambios positivos en niños que, antes de aprender robótica, solían ser más distraídos e hiperactivos, y ahora son más centrados.
La robótica en el Liceo todavía es prematura, pero a pesar de que está en proceso de crecimiento, se ha trabajado en proyectos tecnológicos que buscan dar soluciones a la institución. Por ejemplo, se hizo el diseño de un letrero electrónico controlado por Bluetooth que envía mensajes informativos que llegan a cualquier dispositivo móvil; también se ideó una automatización del timbre institucional con horarios fijos para que ya no tenga que ir alguien a hacerlo de forma manual. Asimismo, se diseñó un campo de soccer para robots en el que se pudiera dar el marcador y el tiempo, aunque, por cuestiones de pandemia, este y otros proyectos se han prolongado, pero se planean llevar a cabo en algún momento.
Cabe resaltar que el Liceo ha tenido la oportunidad de presentarse en un torneo internacional llamado Runibot. En el 2020 participaron de forma virtual y este año quieren continuar en este torneo para aprovechar este espacio como una manera de explorar y tener experiencias enriquecedoras en las que se aprende mucho más que programar o diseñar. Los estudiantes aprenden a trabajar en equipo, a hacer tareas bajo presión e incluso a conectarse con otros grupos que también están participando y se ayudan mutuamente. Definitivamente, los torneos son la oportunidad perfecta para poner en práctica lo aprendido y para desarrollar habilidades blandas.
En el futuro seguramente veremos los frutos de impartir la robótica en el Liceo. Hasta el semillero de robótica se irá fortaleciendo con todos los proyectos y torneos en los que participen, y cada vez habrá más estudiantes interesados en esta temática tan importante que da soluciones efectivas a problemas cotidianos.
Fuente: Profesor John Alexander Quiroga
Escrito por: Camila Atencio